El trabajo es una ruta digna a la que debemos aspirar
La familia es la piedra tibia donde tejemos
Toda nuestra imaginación,
Y el sexo es la salida secreta a un lugar secreto
Con un extraño.
Las deidades permanecen y nos acechan,
Y lloramos por darles nombres,
En un vacío anónimo,
Que no es la soledad,
sino perdidos escondidos insomnes.
Como la sangre huele su perfume en las noches
sobre la hierba.
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