Nosotros bebemos
de la noche los sollozos
que apretamos
para que nadie
sienta nada,
procuramos no
mirarnos.
Sabemos que en un
banco la anciana nauseabunda
está durmiendo.
Cuenta allí sus
días
en arrullos de
palomas
de un alero,
quedó mirando el brillo de los vidrios
de los edificios.
Así charlamos,
su quedeja nos saca la mirada
a los luminosos sitios que ya cierran.
A sus ojos les duele una soledad
que se cobija
bajo los tilos
sombríos,
como tu
somnolencia busca su blandura.
Así es ella.
Tú ocultas la palabra que escupiste en la vereda
porque enmarañada
desordenó a la multitud.
Ellos agitan las
banderas,
nosotros,
ensimismados por
las escalas
nos fugamos,
y ella
no despertará un
día de estos.
2 comentarios:
saludos!!!!!!!!!!1desde El Salvador
saludos desde el salvador !!!!!!!!!1
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