El espejo
Otra noche en el espejo
he de tocarte, donde callas las palabras luminosas
que escuchaba siempre,
y con reproche ahora me hablan,
no tengo valor para llamarte,
he de tocarte, donde callas las palabras luminosas
que escuchaba siempre,
y con reproche ahora me hablan,
no tengo valor para llamarte,
si un correo te enviara
de la pequeña habitación
que cada mañana,tiembla
de la pequeña habitación
que cada mañana,tiembla
y está seca sin lluvia ni aroma a comida
sin vino avinagrado ni loción,
ni macetas con agua,
el espejo da una luz en el cuarto
sin vino avinagrado ni loción,
ni macetas con agua,
el espejo da una luz en el cuarto
y estiro mis dedos para tus labios,
algo en tu cuello,
mi record de mariposas que echaba a volar
sobre la lámpara
mi mano abierta
que terminabas besándola
y yo la posaba
sobre tu pubis y un pezón
en tu muslo alzado,
mis labios mordiendo el ronco volcán
de tu pecho,
algo en tu cuello,
mi record de mariposas que echaba a volar
sobre la lámpara
mi mano abierta
que terminabas besándola
y yo la posaba
sobre tu pubis y un pezón
en tu muslo alzado,
mis labios mordiendo el ronco volcán
de tu pecho,
rescatarte del espejo
que luego de apagar la luz
he de dormirme,
imaginando en el azogue
voy sacando gesto a gesto
imaginando en el azogue
voy sacando gesto a gesto
tu vida de la mía,
los anillos de las carne,
tus ojos cómplices, todo lo desprendo
los anillos de las carne,
tus ojos cómplices, todo lo desprendo
tus piernas tu sexo
tus manos febriles,
tu iracunda lengua
así ha de quedar nuevamente
tus manos febriles,
tu iracunda lengua
así ha de quedar nuevamente
este cuarto colmado de ensueños
discursos raros
y pareciéndome algunos días una demente
que extiende los brazos vacíos
como alga en un acuario,
un océano
y que hoy transitamos distantes
en la ciudad.
discursos raros
y pareciéndome algunos días una demente
que extiende los brazos vacíos
como alga en un acuario,
un océano
y que hoy transitamos distantes
en la ciudad.
Me cuesta reconocerte
con tanto hoyo, raya e insecto
que está pegado en la pared,
con tanto hoyo, raya e insecto
que está pegado en la pared,
el rosado de tu mejilla
y el de tu piel
en las playas de Río
donde te desnudaste delante de todos.
y el de tu piel
en las playas de Río
donde te desnudaste delante de todos.
esa baratija que llevas al cuello
es la mosca sangrosa que rodea la lamparita para leer,
y la cenefa de la cortina se parece a tu chasquilla
que arrancaste con ira
porque yo no llegaba a casa
una noche de juerga.
es la mosca sangrosa que rodea la lamparita para leer,
y la cenefa de la cortina se parece a tu chasquilla
que arrancaste con ira
porque yo no llegaba a casa
una noche de juerga.
Recoge esa copa del suelo,
recógela sin cortarte,
me gritabas mientras el aire me daba al oído
por la ventana,
recógela sin cortarte,
me gritabas mientras el aire me daba al oído
por la ventana,
y allí estabas en el umbral como un cuervo locuaz
dirigiéndome las tareas y
sermoneándome la tarde.
dirigiéndome las tareas y
sermoneándome la tarde.
Yo te amaba
con la culpa que era mía
y todos los muchachos que golpeaban a mi puerta
preguntaban por ti.
En la noche gemía una voz
y bastones crecían en los montículos de lavas,
la erupción era constante para no olvidar.
Enredaste tus huellas a mis pies,
y el tigre que siempre va conmigo
como una sombra de mi imaginación
susurra como tú,
no me rendí a pesar del rasguño disimulado
de mi carne.
y el tigre que siempre va conmigo
como una sombra de mi imaginación
susurra como tú,
no me rendí a pesar del rasguño disimulado
de mi carne.
Un rayo hirió mi espalda,
alcanzó mi nalga izquierda y sangró letras de amor
y odio
alcanzó mi nalga izquierda y sangró letras de amor
y odio
que pulverizáronse como un insecto viejo
con su muda bella adolescente y triste.
Se detuvo el soliloquio de tu infancia
Se detuvo el soliloquio de tu infancia
cuando entré con el pelo estilando
y dejé que se esparciera la voz de mis amigos,
pero cerré la puerta para quedarme contigo,
serías tú quien se quedaría con mi mano al
dormirme,
mi dermis infectada y dolida
como mi pecho enterrado por un hacha,
así dolía ese silencio.
Miro la lluvia en el sillón solitario
El que me agrede y me ama
El que sugiere que respire como un pez debajo del
agua.
Miro la lluvia.
Vendrás a mí, como dices que te vas, te quedas
con la tibieza del aire en aquella urbe,
mientras un socavón abre sus piedras para contradecirme
y dejarme envuelta en escaparates de la ciudad
perdida como una aguja.
mientras un socavón abre sus piedras para contradecirme
y dejarme envuelta en escaparates de la ciudad
perdida como una aguja.
Sigo mi camino donde no había cemento,
pues puedo amar las flores del desierto
como mi vida se ha visto agredida,
pues puedo amar las flores del desierto
como mi vida se ha visto agredida,
Y así iré a buscarte,
con los maderos puestos,
el mar ruge en medianoche en mitad de mi camino,
con los maderos puestos,
el mar ruge en medianoche en mitad de mi camino,
Llegaremos lejos con un caudal a tiempo,
para beber lo justo, y guardar el resto.
para beber lo justo, y guardar el resto.
Sigo mi camino.
Te sigo, porque estás en el lugar donde bebo.
Te sigo, porque estás en el lugar donde bebo.
La ciudad enciende su estirpe en mis brazos
porque yo te nombro y te sigo en sueños
nocturnos como un ave
que lanza su impulso a las calles para reír y llorar,
cuál sea la ocasión que hay que vivir.
porque yo te nombro y te sigo en sueños
nocturnos como un ave
que lanza su impulso a las calles para reír y llorar,
cuál sea la ocasión que hay que vivir.
Y camino cuesta arriba o cuesta abajo,
donde los ritos se cumplen todavía,
a pesar que ya poco vienes.
Pero una vela apenas enciende la estrella que llevamos
en una mano desde el mundo arriba,
esperando que estará pronto todo en calma.
donde los ritos se cumplen todavía,
a pesar que ya poco vienes.
Pero una vela apenas enciende la estrella que llevamos
en una mano desde el mundo arriba,
esperando que estará pronto todo en calma.
En este tiempo poco se habla de esto.
Se canta y se siente,
quizás como una lluvia en la esquina de la otra cuadra
en otra ciudad,
en otro pueblo donde quisiéramos vivir.
Se canta y se siente,
quizás como una lluvia en la esquina de la otra cuadra
en otra ciudad,
en otro pueblo donde quisiéramos vivir.
Pero este sentir que me da a mí y a ti,
yo quiero pensar qué más da,
si todo pasa como el viento,
como una brizna en la oscura palabra
de la noche.
yo quiero pensar qué más da,
si todo pasa como el viento,
como una brizna en la oscura palabra
de la noche.
Mayor de edad y te debo,
te debo más que otra vida,
no te debo más que una sola decisión,
la de haberme hecho estudiar,
la de haber implantado en mí esta redondez de
escalón,
este cerebro brumoso en que no siempre le atina,
no vuelvo a decirte nada más que seguiré sin ti,
hasta ahogarme de vacío.
Y si alguien tiende mi mano
yo guardaré en mi bolsillo
todas las dagas,
nuevamente.
Mi cabeza cae
nuevamente
por el licor en una tarde promisoria de ideas,
mi cabeza lanza lejos sus ojos,
su boca y su latido de cabeza
va embistiendo todo lo que encuentra en rededor,
mi cabeza fulge brama y hiede como un fuego
sobre una espina sobre un fulgor.
Nada tiene que ver la única estatua en la que me
confieso su confesora,
y voy imitando su silencio para atraer las alas
que me hacen volar
acéfala.
Me distraigo mirando por la ventana,
justo un rayito de sol me agolpa el ojo y
te veo caminar tornasolado
te veo caminar tornasolado
oscuro y feo,
yaces entre la ventana y la puerta,
un rimbombante alarido
entre dos buses me ofusca
porque no pude verte más
cruzando hacia mí,
entre dos buses me ofusca
porque no pude verte más
cruzando hacia mí,
dónde estarás que no llegas,
donde se abrirá el cielo
donde se abrirá el cielo
para que los dos soñemos
a pesar de la jornada laboral,
a pesar de la jornada laboral,
a pesar de tu inanición
y no podré salir a trabajar
pero todo es silencio,
pero todo es silencio,
al abrir la puerta llegas ahora
y toda el agua de las flores
está sobre la puerta y la mesa
está sobre la puerta y la mesa
y todo lo que has chorreado,
a esta edad ya ninguna piel chapotea en el agua,
con tus cabellos grises y tu boca fláccida me
saludarás
con tus relamidos besos
y las flores en tus bolsillos.
La contorsión antaño dulce de tus labios
me dijeron basta,
me dijeron basta,
basta de locuaz palabra afirmativa,
qué perdí
cuando quisiste
que me quedara,
que me quedara,
Y tú adonde irás si yo he de quedarme.
Se torna el labio hacia mi hombro,
genera tibieza hacia mi pecho,
ruge un ombligo abajo, a mis pies, y tiemblo,
porque el tiempo es breve cuando se obsesiona el huésped.
Y yo finjo decrepitud o displicencia.
Se torna el labio, la distorsión de tu cuello,
y las amapolas runrunean con el aire
que traspasa la fisura de la puerta,
que será que cuando pienso pasa,
se cae un plato,
el café se me derrama y no he de oírte más,
porque te cansas de oírme y
yo recojo los trozos del suelo.
genera tibieza hacia mi pecho,
ruge un ombligo abajo, a mis pies, y tiemblo,
porque el tiempo es breve cuando se obsesiona el huésped.
Y yo finjo decrepitud o displicencia.
Se torna el labio, la distorsión de tu cuello,
y las amapolas runrunean con el aire
que traspasa la fisura de la puerta,
que será que cuando pienso pasa,
se cae un plato,
el café se me derrama y no he de oírte más,
porque te cansas de oírme y
yo recojo los trozos del suelo.
Cada tarde miras tus plantas,
tus plantas del jardín,
tus plantas establecen tu imaginación.
tus plantas establecen tu imaginación.
Se adueña la tarde de tu quehacer
el mirar detenidamente cada hojilla,
el mirar detenidamente cada hojilla,
cada orilla seca,
la nervadura aterida
donde recorre y perfora ese caracol.
donde recorre y perfora ese caracol.
Ese caracol húmedo y babeante
que te deja la estela plateada
que te deja la estela plateada
durante la noche,
y sonríes anhelando tus plantas
y sonríes anhelando tus plantas
gozando de noche la estrella ausente,
la minúscula hoja que cortas
para tirarla al tacho.
3 comentarios:
Que arte emanan tus letras.
Felicitaciones.
Un beso.
Muchas gracias Maria. Un abrazo.
Muchas gracias Maria. Un abrazo.
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