El goteo del agua
el callado instante después del amor,
un leve trasiego en el
jardín.
Un goteo que busca una campana
que anuncie sinsabores,
animales sagrados que comen a tarascones carne
en la vereda de más allá.
Hay pausas.
Escarbamos las murallas,
vemos rostros viejos, sonrisas y lloros,
hay rostros en la tarde lluviosa,
aunque haya salido el sol.
Gotea la llave del lavaplatos.
Acaricio a mi marido, lo insto a levantarse
ahora que se ha inundado el piso.
El sol sale.
La tibieza de las sabanas nos adormece.
Golpean la puerta.
Hay trinos en el goteo, los pájaros revolotean.
La llave sigue dándonos golpes en los oídos.
Un día comienza por una simple razón.
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