Un rasgo de sol en mi colcha
un deseo de beber
de beber en madrugada
un deseo de beber
de beber en madrugada
un deseo de beber
y la imagen
de ese retrato
quedarme en los días que necesito
quedarme en los días que necesito
beber el agua de mi jarra.
Amigo mío, acerca
los pies a mis pies
como lo hacías ayer
a escondidas frente al río,
y júntate a mí y deja que tus yemas
marquen la brisa en las encinas
que nos cubrieron ese año joven.
Yo tengo una lengua en el borde de tu tristeza,
un respiro de pájaro hambriento en tu tórax,
un almuerzo con juguetes,
para que vengas a verme.
Déjame tu tiento ser vasija de ángeles torcidos,
y burlar a
dementes
que olvidaron el
placer de la espuma
de unos peces
que se revuelcan
en una escasa poza dolida
que se revuelcan
en una escasa poza dolida
de asir órganos proféticos,
y no olvidarás al
partirse en diamantes
ese pequeño mar
con esos jugos nuestros,
con esos jugos nuestros,
ni el chorro cayendo de mi garganta a mis muslos,
no olvidarás este lugar
que en un tris de dedos
dejará un olor íntimo
en tu ropa.
en tu ropa.
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