Mi brazo afirma mi cara este momento que sobrevive la sombra
helada
del vacío.
El chirrío del televisor que evapora de la mente las
preguntas ,
Los perros ladran y la luna sigue brillando dentro de su
aureola
Nadie impide en la cena se hable de la eternidad.
Los brazos siguen allí bajo los mentones de los comensales
en la cena
De la celebrada
convivencia esta,
unos lloran, otros ríen, los que preguntan son los más
preocupados,
y los que callan esconden su rostro en los platos quebrados
sobre el mantel
desangrándose.
Vivir sobre la mesa rodeando al muerto sin zapatos,
su auscultación, los besos y las risas y los llantos, y
todos los “fue tan bueno”
nada pudo evitar su desaparición del mundo sobre el mantel.
2 comentarios:
me gusta, me quedo leyendo como si fueran las lineas que escribo :)
Me quedo leyendo como si fueran las líneas que escribo, gracias por el viaje
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