que te cubren,
separo los yesos que redimen tu canto
de nieve y fuego,
te beso ansiosa y con asombro
miro
tus ojos
abiertos
entre los muertos.
Carcomerte escindida así
bajo el cielo siempre
lloviendo,
siempre desespero
siempre desespero
por tu nombre,
tu gemido,
que llevan los vientos hasta el túnel
que le cambian el sonido
a sus letras,
rompen las ramas
que le cambian el sonido
a sus letras,
rompen las ramas
y esparcen
semillas.
semillas.
No espero nada,
nada aflora en el mar lejano,
escucho su ruido envolvente,
escucho su ruido envolvente,
me arrodillo en la cruz
el hielo quiebra mis rodillas,
el hielo quiebra mis rodillas,
siempre ese viento húmedo y tibio
pegado a mi cuerpo y a mi ropa,
los vehículos afuera.
Duermes,
Duermes,
duermes entre las tumbas,
y todo sigue igual
fuera de mis ojos,
fuera de mis ojos,
ondean mis cabellos,
sigo arrastrándome en la noche,
sigo arrastrándome en la noche,
sabrás que estoy aquí frente a ti,
sacando la palabra manchada de tu boca,
la definitiva,
la hundida,
la que se llevó todo
con su mudo movimiento
con su mudo movimiento
y sus oídos llenos
de barro.
de barro.
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