Es mañana otra vez
y como otro amanecer
me vuelvo a ti,
me envuelvo en ti,
como a un amanecer fresco
y cálido,
he de vivir, imaginar,
sobrevivir.
Tu sombra es aguijón dulce
en mi espalda,
rosal sin espina
no entrega más rosas
ni el rocío tiene lecho
más verde donde estar
los amaneceres
lúgubres.
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