COSTUMBRES
Un temblor que no se aplaca es un monstruo que oye las prédicas para que la fábula se cuente
en las fiestas
donde tu cuello
es alabado, bendecido con una cinta y en
tu espalda una mano engendre nudos
sensibles
y hagas reverencias
a las luminosas escarapelas
que las
costumbres lucen.
Las costumbres son
peligrosas.
2
HUMUS
Hay hojas en el
humus devoradas por los gusanos
que viven allí
bajo la fronda
y hay una
claridad alegre y brava,
y hay una ciudad,
también, alegre y brava,
y todos
quisieron nacer allí.
Pero en los
saltos del agua te
contemplo en el paisaje,
y un ruido en la distancia me recuerda que hubo dioses
que lucieron herramientas
sobre lotos que
no logran abrir
y es la espuma que adelgaza nuestras voces en esos
manantiales
y nuestra
garganta respira el mismo aire
de los pájaros limpios.
Cuánto engendra
esta humedad en nuestros cuerpos.
Todo cambia a la
misma hora, pero no a la misma luz.
Hay ilusos en la
caverna.
Hay un palio celeste frente al lago
y los pastos nos prodigan anzuelos y dulzainas en las
fiestas
y hay estrellas
al fondo del túnel,
hay estrellas
y un sol reseca al insecto en la piedra
que incrusta su
voz de seda y se viste duramente
para ser la
línea rica del muro.
Entonces, despierto
y brillas para mí en noches de esa selva.
Hay hojas en el
humus devoradas por ti.
3
REMOS
Tu mano ocupa el
remo y el deseo malogra la tarde,
pues me quedo
lejos sin poder coger ramas para alcanzarte,
para llamar la
atención a las nubes y hacer llover,
hago que me
resbalo en el musgo de la roca,
pero no hay
caso, tu mano ocupa el remo y avanzas y
giras y avanzas,
puede haber una
caída y ahogarte en el fondo.
4
BRIZNA
La belleza
resbala en una brizna musgosa,
en una roca
chica,
la belleza se
fuga fugaz para no ser vista,
que la busquen.
Más viejos y el
alma se nos va poniendo nítida,
o frágil la
musculatura que apenas afirma lo que fue bello, apenas.
Respira en el
hilado más fino para cerrarlo. La hebra luce gruesa en la pupila, pero el aire es
lo que une el hilo.
Para que la boca no eche cenizas de un lugar incognoscible, o
quizás la inquisición,
la belleza tuvo suerte.
5
PÁJAROS
El pájaro
enfermo
que picotea
débilmente la astilla suelta del umbral
tiene el pecho helado,
su corazón
palpita como el corazón de un muerto.
Y entre
revuelos toma forma su último nido.
Y celebramos su
cumpleaños sin mirarnos como pájaros en
una alcantarilla,
ni esperanza
cabía en el llanto inmóvil.
Mira los
bosques, las praderas florecidas, ¿acaso tienes miedo a los que duermen?,
son nuestro
espejo.
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