miércoles, 12 de octubre de 2016


Del libro CAMILLE: ANA ROSA BUSTAMANTE

El 2007 apareció en mi laboratorio una mujer, que pensé buscaba mis servicios profesionales.
Luego me dijo que estaba publicando un libro, Nuestra piel ancha de fuego, y que quería pedirme que yo hiciese la presentación de este, en un acto de lanzamiento.
Antes de comprometerme, le pedí leerlo y luego le daría mi opinión.
Percibí, aún cuando había que hacer trabajo poético, que estábamos ante una poetisa que habría que tener en cuenta en el futuro.
Al presentarlo, le aconsejé los tres principios que nos enseñó Floridor Pérez: Tener una página en blanco, un lápiz grafito y una goma enorme para borrar mucho.   Y al parecer lo hizo.
Hay consenso de varios escritores locales que Ana Rosa ha progresado mucho y esperamos lo siga haciendo.
Hoy estamos presentando su última obra: Camille.  Sigue la línea anterior de un auténtico feminismo expresado fina y poéticamente y un erotismo delicado.
Es difícil escribir un libro de poesía inspirada en la vida e ideario de una persona. Cosa distinta es un ensayo o una novela.
Sin embargo, parece que aquí sucede algo muy extraño. Ana Rosa cae en una trampa, en su idea de rescatar la historia y lo que representó Camille Claudel, compañera de Rodin.  Parece ser que Ana Rosa, en un concepto espiritista, religión que cree en la rencarnación, pasa a ser poseída por Camille y se vuelve una pictógrafa de esta mujer, de su ideario y sus sueños. Y es, a través de la poesía de Ana Rosa, que Camille logra liberarse del manicomio en que fue recluida por más de 30 años hasta su muerte. Sus cartas muestran que estaba en su sano juicio. Su pecado: Haber nacido mujer y haber estado a la altura de su maestro y amante A Rodin. Muere en 1943 y se desconoce el lugar de su entierro. Ana Rosa rememora eso respecto de Camille y nos   reitera su desazón cuando dice:
Perdí mi vida, porque nací entre estas costumbres 
y qué importa ahora, desde aquí, sola sobre el hilo y las agujas
reviso mi pasado.
“Pesa mi cadáver y el hilo se corta en lo más fino, porque  mi sudario está gastado y  no hay nadie que me reconozca”¿?
En ellos quedó mi vida, / sus artimañas, sus cabezas, / y no me encuentran en una fosa común.

Si bien esto ha cambiado en muchos lugares, todavía existen aquellos en los que en los que nada ha mudado y las mujeres siguen siendo violentadas y no reconocidas.
Aquí la autora asume su papel de mujer en busca de los derechos del género en cuanto personas de una sociedad en que hombre y mujer se respetan, se igualan y se complementan.
Ana Rosa al igual que Camille salió de la prisión en que estaba confinada para ser mujer y artista. Camille perdura en su obra y sus cartas. Ana Rosa rescata su libertad, porque solo encerraron su cuerpo, pero también la escritora al revisar la historia trasciende con ella.
Ana Rosa o Camille nos muestran su protesta:
No sé dónde estaré aparcada mintiendo a eruditos y a beatos por ese cuerpo frío, por ese llanto tieso,
cuando mi voz calle a la lluvia su caída, silenciándome como un buitre poderoso sobrevolando tu corona.
Además, quienes la frenan, no podrán descansar por confinarla y “no descansarán, lo sé,
el infierno que para ellos esculpí
es un manantial
que me hará su lecho mañana.   Ella lo denuncia en sus esculturas. Ana Rosa en sus versos.
Porque allí perdurará Camille como también Ana Rosa, en la escritura que rescata a estas artistas.  A su vez ambas buscan su libertad “SIN LA ARGOLLA NI LA HUELLA NUPCIAL”. Libertad a secas, sin agregados. Solo ser.

Viajera incansable de países y congresos de poesía, para llenar sus ojos de imágenes y su cabeza de ideas y poesía: Porque ella merodea las palabras. Busca adentrarse en ellas, exprimir su esencia y que significan.
Al igual que en su primer libro y siguientes, nos lleva hacia un fino erotismo, lejos de la estridencia y a veces de la vulgaridad.   mi cabellera se esparce para su celo por la calle, ellas liberan las caderas,
aman el goce de la noche y el gen del deseo,  la médula efervescente  para frotarla y dejarla ir.

Camille encerrada en el manicomio, Ana Rosa buscando salir de su encierro en la actual realidad, de la omisión de la crítica centralizada, y ellas nos lo dicen sin ambages:  qué duro es estar sola con tanto grito dentro.

Ambas reclaman su espacio, su derecho como personas y a ser amadas:  Mujer que enrojece al sonreír y deja ver su encía,  encía de un tigre en celo  que olfatea la piedra,  por si un tatuaje sangra la palabra amor.   Y tratadas con cariño, con respeto con pasión: “ni ceremonia, ni catedral, recorrieron mis muslos sus manos sin solemnidad”.
Ana Rosa olfatea las palabras, busca con trabajo la poesía que ellas encierran, como Camille busca en la piedra la escultura oculta en ella.  Busca inclusive darles otro sentido o una nueva acepción, por ejemplo cuando dice:  y un atacama cuando debí sobrevivir
Ana Rosa, No calla sus palabras en el taller de su poesía, y las va cincelando en sus libros, esculpiendo como ella dice su libertad, venciendo los tropiezos.

La autora no puede, como la mayoría de los autores sustraerse a sus circunstancias y a su paisaje y abundan las referencias vegetales, el río, los puentes, el mar, las conchas marinas, entre otras-.
Ana Rosa escribe para trascender. Para ello la obra debe realizarse en el espectador o en el lector. Y nos lo dice:  y las mujeres en la posteridad sabrán de mí, y de sus propias historias de mujeres.
o con tanta estrella en vez de sol ignorándome.
No quiere ser un pájaro esquivo, por el contrario, durante estos años trabaja los sueños con dedicación, porque ambas no quieren palabras o actos truculentos ni menos que lo deseado este escondido.
Ana Rosa asume su tarea autoimpuesta de mujer poeta.
Los invito a leer y releer este libro de una mujer entre luces de otra oscuridad, que ella consciente ilumina y derriba con su poesía.
Luis Zaror.

Valdivia 7 de octubre de 2016.

           


Gracias al Dr. Luis Zaror, académico de la Universidad Austral de Chile  por su apoyo y comentario en la presentación de mi libro Camille, Conarte 2016, en la Feria del libro de Valdivia, 2016. Con este poema, escrito por el Dr. Zaror y que refleja lo que siente por dos de sus amores, la ciencia y la poesía.


Venía del Mar pensando que hay tanto que decir.
Que en los microscopios hay todo un mundo
y tú no has visto nada.

Tú no has visto por ejemplo
cómo en mis cajas se visten de colores las bacterias,
cómo se hacen el amor las mariposas,
cómo en los tubos supimos que la mujer iba a ser madre.

Tú no sabes que las flores podrían ser las mejillas
de todos los hombres muertos.
- Fragmento poema "Visiones", escrito por Luis Zaror Cornejo.


Con este poema, escrito por el Dr. Zaror y que refleja lo que siente por dos de sus amores, la ciencia y la poesía.

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DAVID FERNANDO DUKE - PINTOR SALVADOREÑO

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