1
El sol atraviesa el
visillo
y el silencio de mis ojos,
y el silencio de mis ojos,
la profunda herida
la sangre,
la sangre,
hora aletargada golpeándome,
me dice levántate,
reanima las heridas con la sangre coagulada
para las costras que beben
con ganas
con iracunda soberbia,
con ganas
con iracunda soberbia,
con garras
antes que cierren las cicatrices
sin haber habido venganza.
Es mi sed
sin haber habido venganza.
Es mi sed
de linfa pura y dulce para mi páncreas
y mi sed sexual
no se morigere en la rutina de muertes
no se morigere en la rutina de muertes
de todo tipo,
porque no he de halagar la insípida agua de los días
donde contigo sumergí la retina
en los plumajes albinos
que me cierra al sol la mirada
pura del lodo
donde bebimos el placer.
porque no he de halagar la insípida agua de los días
donde contigo sumergí la retina
en los plumajes albinos
que me cierra al sol la mirada
pura del lodo
donde bebimos el placer.
2
En el bar hay supuestos dibujos que descifro,
una luna roja en un espejo
que maldice
una luna roja en un espejo
que maldice
a los amantes
infieles,
hay árboles creciendo sin hojas adentro,
le cuelgan dibujos y máscaras,
le cuelgan dibujos y máscaras,
y fotografías tuyas.
y me vuelvo loca de pasión porque te escapas.
y me vuelvo loca de pasión porque te escapas.
La llovizna enturbia mi rumbo y
mi piel tiembla como el pavimento
cuando pasan los vehículos
mi piel tiembla como el pavimento
cuando pasan los vehículos
después de un partido de fútbol
y parecieran amenazarme con un arma blanca,
más blanca que mis instintos.
Y estaré dispuesta a morder el filo
para asustarte, cuando haya bebido
la última copa que robé al cantinero.
Y estaré dispuesta a morder el filo
para asustarte, cuando haya bebido
la última copa que robé al cantinero.
3
Mi abrumador recodo
juega con el sol que atemoriza.
juega con el sol que atemoriza.
Tibieza pura,
intacta como el placer devorado,
fina como una lisa almohada no escrita aún,
yo soy lasciva.
Cuando acudo a la feria a comprar la fruta,
me la dan pelada y le polvorean azúcar,
nada qué decir.
Pero, llevo nombres espeluznantes
enredados en mis hojas blancas
que cada noche escribo,
que cada noche escribo,
y algunas horas en el día mientras cocino,
las letras van hinchándose
de zoológicos y mordidas
de zoológicos y mordidas
que no me cuesta expresar
visualmente.
visualmente.
Aquí,
la ensalada que te gusta,
la fruta de mar que perfuma.
Hay que buscar la funda con buena memoria
que no le tema al sol,
que el frío no nos dejé callar
porque yo buscaré las artimañas
para que esta noche no insomne en vano.
que el frío no nos dejé callar
porque yo buscaré las artimañas
para que esta noche no insomne en vano.
SOLEDAD
La soledad abunda en el decoro de las mesas.
La soledad del patio, la del muro, la del olivo
bajo el sol de la barda moliendo los pétalos de las
margaritas,
la soledad, esa soledad que se desgaja en sus vísceras,
la huacha, la macabea del cuento, la muda del barrio.
El cucharón en la olla saca apenas, el raspado,
y el respiro
se ahoga con el pedazo
se ahoga con el pedazo
de carne
que no alcanzó a masticar.
la soledad busca como llamar la atención
en un cine a oscuras,
en un carnaval,
la soledad tiene tantas bocas
y otras caras.
la soledad busca como llamar la atención
en un cine a oscuras,
en un carnaval,
la soledad tiene tantas bocas
y otras caras.