36
Ahora recorreré las rutas.
Nadie me dijo
cómo tomar los cuerpecillos tirados
del camino
me sobrepasan
pero gritaré las
dudas
así borraré la
escritura virtuosa
la inmóvil luz
del salón que surge y huye.
37
Tuve muñones en mis brazos
en el agua de los ríos
corrí siguiendo las orillas.
Rompí esclusas
para elevarme a otras medidas
y no alcancé
otra cúpula mayor que mis ensueños.
Yo quise ser arrecife
de los seres de alta mar
fulgurante en
las noches
pero con cayado
del templo descendí como un insecto
pisoteado
en escaramuzas
sobreviví.
Mi corazón late
como a un ser humano,
Pero como un
gusano húmedo
lo ha envuelto
una lágrima
cuando asolado en
un estadio
prisionero
oigo un alta voz
que me nombra.
Y miro hacia los
lados
y a todas partes
miro.
38
A todo aquello
que se quebró en mí
a todo aquello
que deshizo
una letra que
dijo la maldad
a todo aquello
que calló en mis
cuartos sin paredes
como un encierro
a todo aquello
que escurre del
color innominado:
escritores de
montaña,
letrados del alma, alfabeto del analfabeto corazón,
hay un núcleo
común
que no de estallar será la guerra
jamás la palabra
murió desnuda.
39
No digas que me desnudas
para lamer mis graciosas
sinuosidades
yo contaré que tuve un hijo y lo aborté
porque creí que
era otra vez el mundo.
He descorrido
las cortinas para ser el tumulto del mar
el rumor
innegable
de los
sobrevivientes mordidos.
Avanza
sin embargo
juntos
arriesguemos el corazón entre el barro
y las
luciérnagas
quizás
estén desaladas
y formemos un
ejército de inmigrantes
sin ojos
en las marismas
en los
desiertos.
Sin muro de la
memoria.