Poderoso
por las huellas de un gigante dirigiéndose
por las huellas de un gigante dirigiéndose
a saciar la sed
dulce como un
naranjo florecido
sombrío y
sencillo
una silla
en la puerta.
Detesto las charlas
triviales del glamoroso estío
como si el
frijol sobrara en todas las
mesas
pero tú que
nutres los días
de rápidos
paseos
por la casa
sostienes la lánguida lámpara
tu honda
mirada sobre viejos retratos
el amor
y el nacimiento
tibio de los revuelos
montes
que sobre otros
se han llamado
montañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario