Callo las palabras de junio
como el crecimiento tímido de los cardos
en cualquier vereda.
Las callo,
las de mi corazón tullido
las altaneras del éxito
las sabihondas
las mortuorias
las callo,
especialmente,
en luna llena
para que no se me confundan y
y me perturben los signos vitales.
En junio fue el cuchillazo.
No soy aguda ni he vuelto hablar
de nuestra devoción
por las voces.
por las voces.
Subí cuidadosa y las soplé
Antes que el viento.
Pero junio está amarrado al alfabeto
de mi hipotálamo,
ahora que me sobrevuelan
los gorriones y el cerezo me da su sombra,
así las callo,
para oírlo musitar palabras
entre la bruma
y esos árboles.
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