Retorno a luminosos patios
donde me sentaba a escribir,
mientras una mueca no me asuste
mientras una mueca no me asuste
y mi bruxismo no despierte a niños,
yo sólo quiero espantar los límites y ahogar el decibel
que me delata,
no me muevan en umbrales
observando a los que pasan.
Creo estar feliz cuando estoy en silencio,
y bebo el sorbo
en un vaso vacío,
en un vaso vacío,
qué más da si los dedos que he perdido
marcan palabras en el polvo.
Retornaré a la luz entre lo oscuro
buscando relámpagos,
pues he dejado de temerles,
y mi corazón es un enjambre
que no logro traducir,
una noche
fantasmas sin rumbos
me recogen del cabello
fantasmas sin rumbos
me recogen del cabello
a un origen perdido,
yo resido en casas sin candados
yo resido en casas sin candados
sin más luz
que lo palpable.
que lo palpable.
1 comentario:
Has logrado dar vida aun hermoso sitio Ana Rosa. Donde los náufragos encuentran en la poesía su tabla de salvación. Tú, tan llena de proyectos siguiendo y trazando los más atractivos itinerarios, siempre dispuesta a ser compañera de viaje.
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