y el cielo celeste las realza
las miro
está sucio el cristal.
las miro
está sucio el cristal.
Aquí espero,
yo no sé cuánto tiempo,
cotidiano rumbo el de ellos,
los laborantes y los pacientes
en los pasillos
en los pasillos
¿qué desencadena en torno a mí?
esta quietud
las baldosas brillan,
las ventanas abiertas,
entra el frío,
las hojas
entra el frío,
las hojas
mueven el sol.
Se oyen motores de automóviles
¿dónde van con sus cabezas adentro,
mientras espero que me atiendan?
No ha llegado,
Pedro el de los tarros
que pone en agua,
las flores
las flores
de las tumbas,
y su hermana junto a él
no está.
no está.
Esta mañana nadie ha venido,
me quedé con la ropa
en mis brazos,
absorta
en mis brazos,
absorta
como arbusto sin hojas,
como un zorzal ahogado
en un charco.
Matando hormigas
con un dedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario